La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, reafirmó ayer viernes, su compromiso de no aumentar durante su administración en términos reales, el precio de las gasolinas, ya que actualmente mantienen un costo promedio de entre 23.60 y 24 pesos en el interior del país, así como de 20.85 pesos por litro de Magna en Nuevo Laredo.
‘GASOLINAZOS’ FUERON CON EPN
En conferencia matutina, la Presidenta y el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), César Iván Escalante Ruiz, mostraron un análisis de la evolución del precio de la gasolina en los últimos tres sexenios, señalando que durante la administración de Enrique Peña Nieto, el costo del combustible creció hasta en 42.8 por ciento, considerando dicho periodo como el de mayores “gasolinazos”, mientras que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador lo redujo hasta en 5.2 por ciento en términos reales.
ARRANCA SIN AUMENTOS LA 4T
Escalante Ruiz destacó que en los primeros tres meses de la administración de Sheinbaum Pardo, el precio promedio de la gasolina regular, ha disminuido hasta en 0.4 porciento, manteniendo de esta manera el compromiso de no aumentar en términos reales el costo del combustible.
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“Nuestro combustible está por debajo del precio de países como Sudáfrica, España, Reino Unido, Alemania y Francia, lo que demuestra que hemos priorizado la economía de las familias mexicanas”, aseguró Escalante Ruiz.
El titular de la Profeco aseguró que desde el 2019, tanto el precio de la gasolina como del diésel, se han mantenido por debajo del margen de inflación acumulada y con una disminución de 11.03 por ciento durante las dos administraciones federales de la 4T.
PRECIO BAJO CONTROL: CSP
La Presidenta de la República ejemplificó durante su explicación del método utilizado para el cálculo del comportamiento de los precios del combustible, cómo en el cierre del sexenio de Enrique Peña Nieto el litro de gasolina regular pasó de 18.25 a 26.01 pesos, mientras que durante la actual administración federal se mantiene el costo entre 23.60 y 24 pesos por litro, un margen que Sheinbaum consideró razonable para no afectar la utilidad de los empresarios del rubro gasolinero.